Es una técnica de purificación del agua que utiliza una membrana semipermeable para eliminar iones, moléculas y partículas más grandes del agua potable.
Es una técnica de purificación del agua que utiliza una membrana semipermeable para eliminar iones, moléculas y partículas más grandes del agua potable.
Antes de poner en marcha un grifo por primera vez, es imprescindible purgar totalmente las tuberías.
Cuando ya funcionan, en caso de que haya anomalías en el funcionamiento, es recomendable extraer y limpiar el mecanismo con agua corriente.
La presión mínima necesaria de funcionamiento es de 1 bar, pero se recomiendan presiones superiores.
La presión recomendada es de 2,5 a 3 bar.